Juventud, divino tesoro, RUBÉ N DARÍ O
Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver Cuando quiero llorar, no y a veces lloro sin querer. Plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Era una dulce niña, en este mundo de duelo y aflicción. Miraba como el alba pura; sonreía como una flor. Era su cabellera obscura hecha de noche y de dolor. Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente, fue, para mi amor hecho de armi
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