En cubierta, fuera de cobertura (2018)
Cómo enseñar disciplina y trabajo en equipo a unos jóvenes más bien caseros y adictos a Internet Fácil: no hay más que meterlos a todos en un velero de cuatro palos y obligarlos, día sí y día también, a subirse a un mástil de 60 metros de altura para que forcejeen un rato con las velas. Acabarán controlando el temblor de piernas: es cuestión de tiempo. Ahora bien, lo más atroz, la verdadera tragedia para ellos, es otra: en el Kruzenshtern, buque escuela de la Armada rusa no hay cobertura
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