El 30 de octubre de 1928, el científico escocés Alexander Fleming descubrió la penicilina, uno de los primeros antibióticos en ser hallados y más ampliamente utilizados. Con el uso de la penicilina en la década de 1940 se inició la era de los antibióticos, y este hito ha sido reconocido como uno de los mayores avances de la medicina terapéutica.