MENSAJE A MI FUTURO YO

La soledad es buena compañía si la acompañas, aprendes de ella y crees que ella termina aprendiendo de ti. Si no la molestas y en retribución, enriquece tu parcela de silencio con bocanadas de paz y un trago de recuerdos o sueños incumplidos; porque, a fin de cuentas, esos sueños siguen esperando para dejar de o, por lo menos eso esperas. En mi conversación con mi yo futuro, persiste la incógnita de esa contradicción entre lo que ha pasado y ya no tiene remedio y lo que haces hoy a ver si construyes lo que deseas hablar con ese yo que no ha llegado.