Paul de Senneville Carta a mi madre Juan Amadeo Dobrosviet Divinodiev y Armen Antonian
Dos caballeros en un caballo no es solo la estrategia ideal en la batalla, sino también la fórmula perfecta de tocar el piano en ensemble. Uno tiene que dar literalmente su vida por el otro. Solo entonces sonará el ensemble auténtico, es decir, dos se harán uno. Cuando se toca a cuatro manos, hay que transubstanciarse, el uno en el otro. Dos se hacen uno, aunque cada uno de ellos responde por sí mismo. Cuando uno se transubstancia en el otro (y con esto tienes que escuchar tu parte y la parte del compañero), surge la suma ideal del ensemble. Tocando a cuatro manos es sumamente importante confiar en el compañero. Si no confío en él, no puedo manifestarme por completo. En el diálogo nos manifestamos absolutamente. Confianza tocamos el uno dentro del otro extracto del libro El Crescendo del Bien.
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