Tras la muerte del padre de Nino, él y su madre, se verán obligados a abandonar el pueblo donde vivían e instalarse en Madrid. Allí, Nino hará todo lo posible por ganarse la amistad de los niños de la escuela contando con la ayuda del maestro, del titiritero con el que viven y de una milagrosa figura del Niño Jesús que concede al niño todo lo que pide.