Contra todo. Contra todos
En un movimiento poético, nosotros levantaremos este fervoroso afán de España. Nosotros nos sacrificaremos; nosotros renunciaremos, y de nosotros será el triunfo. El 78 es una atmósfera turbia, ya cansada, como de taberna al final de una noche crapulosa. No, no está ahí nuestro sitio. Presentamos candidaturas, sí. Pero sin fe y sin respeto. No nos importa nada. No vamos a ir a disputar a los habituales los restos desabridos de un banquete sucio. Nuestro sitio está fuera. Al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo, y en lo alto, las estrellas. Que sigan los demás con sus festines. Nosotros fuera, en vigilancia tensa, fervorosa y segura, ya presentimos el amanecer en la alegría de nuestras entrañas.
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