Un hombre perfecto al 60 es la definición que Billy Wilder hizo de sí mismo. Desde su Viena natal a Hollywood, el director cuenta su vida en su oficina de Santa Monica Bulevard y en su apartamento de Westwood, muy cerca de Malibú (California, USA). Incluye intervenciones de dos de sus grandes amigos y actores fetiches, Jack Lemmon y Walter Matthau.