En un pueblo lejano de las montañas, muy al norte de Japón, Ashitaka, el último joven guerrero del clan Emishi, a punto de extinguirse, se ve obligado a matar un monstruo para proteger su pueblo. Poco después descubre que ha cometido un terrible error ya que la criatura con forma de jabalí que acaba de matar es uno de los dioses protectores del bosque. Al matar al jabalí demoníaco cae sobre Ashitaka una maldición, que adopta la forma de una cicatriz torcida en el brazo y que va extendiéndose poco a poco. As
|
|